Las nuevas prácticas latinoamericanas han provocado cambios de paradigma en el ámbito arquitectónico al incitar un nuevo enfoque de la profesión frente a la sociedad. Son exploraciones desarrolladas a partir del riesgo, que surgen de la proximidad afectiva y de una comprensión profunda del contexto, naciendo de referencias cercanas como la geografía, los materiales y los recursos disponibles. Con identidad propia, estas prácticas toman cierta distancia de la herencia moderna, que sigue siendo fuerte en el medio, aportando soluciones auténticas e innovadoras para enfrentar el escenario desafiante.
En el esfuerzo por sortear dificultades como la falta de inversión financiera, la escasez de recursos materiales y la poca valoración profesional, estas oficinas de América Latina han explorado maneras de crear un nuevo futuro dentro de la arquitectura, desarrollando modelos económicos alternativos al aventurarse en proyectos reales con estudiantes, usuarios y los propios arquitectos/as participando en la construcción.
Como parte del tema del mes en ArchDaily, Hacer más con menos, seleccionamos siete prácticas latinoamericanas que se destacan en el contexto nacional e internacional por retratar nuevas perspectivas en relación a la disciplina y al papel social y ambiental del arquitecto/a, desarrollando proyectos innovadores que abordan la escasez como una oportunidad para reinventarse.
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Seis entrevistas para entender la arquitectura latinoamericanaRuína
RUÍNA es un estudio de arquitectura con sede en São Paulo, Brasil, enfocado en el contexto local y en el bajo impacto ambiental, con proyectos que respetan los recursos materiales y garantizan mayor agilidad, eficiencia y economía. Partiendo de las ruinas, la oficina incentiva la reutilización como una alternativa para la industria de la construcción civil, creando nuevas posibilidades para materiales recuperados, reduciendo la cantidad de residuos de demolición y, con ellos, proporcionando materiales de construcción con un menor impacto ambiental. A través de un proceso circular, el equipo traza estrategias de reaprovechamiento, de modo que los materiales retornan a la función original o se incorporan a una nueva utilidad, entendiendo así la propia ciudad y sus arquitecturas como fuentes de recursos.
Natura Futura
Como un colectivo de arquitectura ecuatoriano, Natura Futura invita a reflexionar sobre el modelo de producción arquitectónica vigente, creando una arquitectura que responde a las necesidades del contexto ambiental, pero también humano. La inclusión de la comunidad en el proceso de proyecto y obra es fundamental para que sus edificaciones tengan un impacto social positivo, alimentando también otras directrices importantes del grupo como el diseño sustentable generado a partir de materiales naturales y locales, con bajo impacto y uso de mano de obra de la región.
Alsar Ateliê
La oficina de origen colombiano surgió durante la pandemia de COVID-19 en la ciudad de Bogotá enfocándose en proyectos innovadores y accesibles como respuestas a los problemas urbanos persistentes en el Sur Global. Para sortear la falta de recursos financieros, condición presente en la mayoría de las ciudades de América Latina, el propio taller asume el papel de inversor en los proyectos. Con esto, la actuación que comienza al mapear y establecer contacto con la comunidad necesitada, cuenta con un proceso de proyecto colaborativo y culmina en la articulación de organizaciones, instituciones educativas o donantes privados para recaudar fondos.
Infraestudio
Infraestudio es una práctica radicada en La Habana, Cuba. Al fusionar arte y arquitectura, la oficina crea proyectos que se destacan en un contexto dividido entre la informalidad de la práctica privada y la escasez de recursos públicos. En la última década, el equipo ha puesto la arquitectura cubana contemporánea en el mapa con proyectos que observan sus contextos específicos, pero al mismo tiempo, son capaces de ir más allá de la realidad inmediata y del tiempo en que viven, lidiando con las limitaciones gubernamentales y la falta de recursos económicos y materiales de forma creativa.
Al borde
Con base en una lógica modular propia para construir con la comunidad, el ecuatoriano Al borde trabaja de forma colaborativa y cooperativa. Sus proyectos nacen de las oportunidades creadas por el propio estudio en función de las necesidades de las comunidades. El proceso participativo de proyecto se une a la comprensión del terreno, de los materiales disponibles, y principalmente de la mano de obra local. Entendiendo los desafíos de la construcción civil en las áreas remotas de Ecuador, los arquitectos fortalecen una microeconomía al trabajar con artesanos locales, al mismo tiempo que crean arquitecturas originales y contextualizadas.
Grua
La práctica del gru.a (grupo de arquitectos), oficina con sede en Río de Janeiro, Brasil, está apoyada en un trípode formado por proyecto, enseñanza e investigación. Sus obras articulan arte y arquitectura con instalaciones y edificaciones que comparten el mismo ímpetu: diseñar y construir a partir de la economía de recursos. Esta posición ideológica frente a la vida y a la arquitectura, para el equipo, no significa construir precariamente, sino buscar los mejores resultados con el mínimo de materia, esfuerzo y energía posibles. Esta idea aplicada a proyectos de corta duración sugiere una táctica de montaje, presuponiendo técnicas y sistemas constructivos que pueden ser rápidamente montados y desmontados, como en la instalación La playa y el Tiempo en la que los arquitectos materializan la inestabilidad, la transformación y la incertidumbre en una intervención potente y sencilla al mismo tiempo.
ASPJ Arquitectura, Paisaje y Territorio
ASPJ es una oficina ubicada en la Ciudad de México centrada en el uso de sistemas lógicos y naturales para crear ambientes coherentes y funcionales. La conexión profunda con el lugar y los elementos que lo habitan se da en la experimentación con materiales reciclados y naturales, en la eficiencia de construcción y en la inspiración en formas de construcción indígenas. El equipo entiende el terreno, los materiales locales y el usuario como participantes activos en la creación del proyecto, con esto, hay un esfuerzo por aprovechar al máximo las relaciones naturales de los ecosistemas, teniendo la sinergia y la permacultura como principales pilares. Esta investigación profunda y el conocimiento del contexto en el que se insertan los proyectos enriquece la perspectiva de creación, expandiendo la capacidad de resolver problemas y sortear dificultades.
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Nota del editor: este artículo fue publicado originalmente el 3 de junio de 2024.
